Ender el Xenocida
Con los libros «Ender el Xenocida» y «Hijos de la Mente» he terminado finalmente mi incursión por la saga de Ender. Esta vez no hay premios de prestigio para ellos, pero son la conclusión natural de un ciclo. El tercer libro abre un abanico de situaciones morales entre las razas existentes en Lusitania para conseguir evitar el exterminio decretado por el Consejo Estelar. El tono de la obra vuelve a cambiar para entrar en aspectos metafísicos sobre la propia existencia en base a las premisas de tomos anteriores (ansibles y filotes principalmente).
En ocasiones, las implicaciones metafísicas son un tanto abrumadoras y se expone un modelo integral de la propia existencia de la vida inteligente. En mi opinión, los dos volúmenes deben leerse de un tirón porque en «Hijos de la mente» se resuelve la situación del propio Ender, y sobretodo de la omnipresente Jane cerrando los cabos principales de la saga. Como nos acostumbra, el cuarto volumen introduce nueva temática y la cultura oriental es adaptada para dar cabida a las situaciones más insospechadas. No tengo claro si me quedan ganas de más Ender y de momento le daré un respiro a la ciencia ficción.