El día de la Paz
Caminando de regreso del trabajo me he cruzado con una laboriosa madre que acababa de recoger a su tierna hijita del colegio. La chiquilla estaba contándole a su madre lo que había hecho en clase entusiasmada con las actividades especiales que habían realizado ese día con motivo de la conmemoración del día de la Paz.
– ¡Mami, mami! Hoy hemos estado haciendo actividades muy chulas con motivo del día de la Paz. Hemos dibujado, cantado y…
– ¡Y eso qué más da! – responde la madre con un alto tono cortante que reflejaba desprecio.
Y es que los esfuerzos de los docentes quedan en nada cuando en casa no refuerzan la educación en valores. Por más fichas, canciones y trabajos realizados en el aula en pro de valores tan importantes, una sola palabra mal dicha de la persona más importante en su vida, desmorona todo proyecto de formación en valores. Y es que la educación es cosa de casa en primera instancia.
Que triste, pero que real…