Elenium
Elenium es una trilogía de fantasía épica escrita por David Eddings que incluye tres volúmenes titulados El trono de diamante, El caballero del rubí y La rosa de zafiro. Hace años leí las Crónicas de Belgarath y después la continuación en las Crónicas de Mallorea del mismo autor, y ahora he aprovechado para completar sus sagas con Elenium primero y después su continuación Tamuli.
La ambientación nos recuerda a un mundo medieval ambientado en Europa (Eosia según el autor) donde existen órdenes de caballeros de la iglesia (cruzados?) que defienden los intereses de la misma ante los infieles que siguen a otros dioses. La peculiaridad es que existe la magia, que ésta proviene de los dioses paganos y que los caballeros de la iglesia tienen una dispensa especial para aprender y utilizar dicha magia. El mundo es un calco de las culturas antiguas y encontramos a mongoles (pelosia), orientales (tamuli) y moros (rendorianos) entre otros. El protagonista es un caballero que deberá encontrar una reliquia de gran poder para acabar con la amenaza del dios Azash y sus seguidores que quieren la conquista de Eosia. Para ello cuenta con la ayuda de un grupo de aventureros bastante dispar y la ayuda de la diosa estíria Aphrael.
En general, es de fácil lectura, pero el lenguaje es tosco y poco depurado. La verdad que me ha resultado un tanto farragosa la lectura en ocasiones y aburrido en otras donde las conversaciones intrascendentes dejan traslucir un cierto intento para dotar de personalidad propia a los secundarios que no llega a buen término. Al final, parece que el cambiar los sitios de nombre le da más caché a la ambientación pero la historia está muy vista y es simplona del todo. Muy por debajo (por lo que recuerdo) de Belgarath y Mallorea, aunque claro, han pasado algunos años y mis criterios han variado sustancialmente con la edad.
Lo único reseñable en realidad en esta saga, es que las órdenes de caballeros me ha recordado vagamente a los Hrestolis de Glorantha. Al final existen múltiples dioses que otorgan poderes a sus adoradores en forma de magia y un Dios Invisible (al que adoran los Hrestolis) que no ofrece nada pero es reverenciado por esa cultura como el único dios verdadero. Pero imagino que relacionarlo con el mundo de Glorantha es más fruto de mi propias sensaciones que no del interés del autor. Bueno, seguiré con Tamuli y a ver si mejora la cosa en la segunda trilogía aunque la verdad es que no espero mucho.