Google empieza a cerrar servicios
Hace tiempo que tengo una postura claramente contraria a Google y hago apología en contra del uso de sus servicios siempre que es posible. No es que no me gusten algunos servicios que ofrece, sino que estoy en contra de la dependencia a que obliga a los usuarios y desarrolladores de aplicaciones. Usar sus servidores y servicios a través de las API que ofrece en las condiciones que unilateralmente establece no es una opción interesante para cualquier empresa ni particular. Los intereses comerciales acaban con la gratuidad y libre servicio dando paso a sistemas de pago. Ahora le toca el turno al servicio de Google Translate cuya API «gratuita» dejará de funcionar el 1 de Diciembre.
Aunque los motivos alegados por Google no convencen a nadie, lo cierto es que las aplicaciones que se han comercializado utilizando ese motor de traducción quedarán ahora sin utilidad a menos que lleguen a un acuerdo, evidentemente comercial, con Google. Volvemos al fundamento comercial de Google:
Google proporciona la primera dosis gratis…
La política de uso gratis y luego cierre progresivo de las herramientas migrando a servicios de pago ya se observó en el servicio de Google Apps dónde el número de cuentas gratuitas bajó progresivamente y de hecho, los servicios de pago en este sector ya son masivos.
“Por un uso excesivo y abusivo” declara Google, al parecer molesto de tantísimas aplicaciones que hacen uso de su tecnología de traducción online. Así queda la cosa en un desafortunado movimiento por parte de Google, quien promovió en su día esta tecnología y que ahora parece que su abrumador éxito no le agrada y quieren la exclusiva de su sitio web para el uso de este servicio cuya api dejará de funcionar el 1 de Diciembre.
No debe sorprendernos, que servicios que algunos usuarios ya consideran universales y fundamentales se transformen en servicios premium de pago. Google empiece a realizar movimientos semejantes y otras plataformas de uso habitual como Youtube o Gmail serán blancos seguros de actuaciones al respecto a medida que vayan madurando soluciones de pago progresivas sobre dichos servicios.
Lo malo siempre es la dependencia de una única alternativa monopolista y en las TIC Google significa precisamente eso: monopolio.