Enseñando a jugar
Aunque los juegos de ordenador de matamarcianos, plataformas y carreras siguen siendo los clásicos entre el alumnado, una serie de juegos violentos y desagradables se incorpora como «favoritos» a las páginas de juegos online. de muchos de estos jóvenes usuarios. Su propio mal gusto y morbo parece atraer a los peques que desconocen alternativas de calidad. Por tanto, hoy en día debemos enseñar a los alumnos hasta a jugar.
Uno de los casos reales ha sucedido al ver a diferentes alumnos jugar a un juego de tortura, sí tortura en toda regla: sangre, miembros y laceraciones varias sobre una figura humanoide. La verdad, muy desagradable. Después de cortar rápidamente el desfase, me he apresurado a sugerirles una alternativa «sana«: Lemmings. Y la cosa ha dado resultado ya que en unos minutos, unos a otros se han corrido la voz y han acabado sucumbiendo a los puzzles del clásico.
Evidentemente, aunque dispongamos de un programa de control parental como Dansguardian y estemos constantemente al tanto de ellos, es inevitable que hagan mal uso de los recursos en ocasiones. Deben aprender a jugar y distinguir entre lo apropiado y divertido, y lo que no lo es. Asñi que debemos darles buenas referencias y recomendaciones incluso a la hora de elegir un juego.
Espero que disfruten de este gran juego durante mucho tiempo y por si acaso, ya tengo un par más en la recámara para actuar delante de situaciones similares.
Estás hecho un padrazo con tus alumnos.
Es que los pobres están muy perdidos en esos temas, jeje.