Carta blanca
Aunque pueda parecer que voy a hablar sobre impunidad, desvergüenza y corrupción, que están de actualidad en Valencia os equivocáis. Estoy cansado de ver como las cosas se hacen mal y se recorta dónde no toca para que unos pocos disfruten a sus anchas de las arcas públicas en vicios y caprichos personales. Hoy toca retomar la publicación de entradas con juegos y de los buenos: que son aquellos a los que por una u otra razón siempre acabo retomando y que llena espacios de ocio…
Para que luego no os pueda decir que no juego con el ordenador, os muestro una imagen ilustrativa que desmiente mis palabras. En apenas dos años unas 23.000 partidas a Carta Blanca y en aumento que dan una aterradora media diaria de más de 30 partidas. Juego con reglas sencillas, rápido y cómodo, que ofrece un complemento a la mente distraída mientras se escucha podcast , conferencias o series basura. ¡El casual-game definitivo!
Buff, prometo que es cierto y que cuando lo vi me asusté…
Curiosamente la razón por la que no escucho podcasts es que no puedo leer mientras lo hago. No se me había pasado por la cabeza jugar. Aunque supongo que en algún momento se me ocurrirá alguna cosa más adecuada para mi…