Lo que Terra no consiguió…
Recuerdo bastante bien el proceso de implantación de Internet en España y de cómo ha evolucionado estos últimos años. De ser un servicio casi exclusivo en la universidad dónde llevabas cajas y cajas de disquetes de 3.5″, pasando por los lentos accesos módem hasta culminar en un servicio rápido ampliamente difundido, aunque en la mayoría de los casos infrautilizado. Pues bien en esa primera época de accesos telefónicos a través de proveedores de Internet surgió Terra como flamante empresa que ofrecía acceso a Internet, tan bien pensado que hicieras clic en dónde hicieras clic siempre acababas en una página alojada en el servidor de Terra. Evidentemente, la idea subyacente era inculcar a los usuarios que Terra era Internet y no existía nada más allá de Terra, y hasta cierto punto lo consiguieron con accionistas comprometidos que perdieron mucha pasta después.
Podríamos pensar que resultaría estúpido que un único servicio, un simple dominio web pueda conseguir semejante efecto siendo tan inmensa la red de redes… ¿pero lo es? Lo cierto es, que hoy en día, Google está consiguiendo lo que Terra no pudo. La mayor parte de los usuarios no formados en aspectos técnicos tienen como página de inicio el buscador de Google, si no va Google «no va internet» y aunque conozcan la dirección web se empeñan en ponerla en la casilla del buscador: ¿será porque está al centro de la pantalla y capta su atención? ¿Piensan lo que hacen realmente?
Al final, el resultado es que navegamos a otras páginas desde este motor de búsqueda y lo que no existe en Google no existe en Internet simplemente porque se desconoce cómo llegar a esos destinos. Evidentemente, la táctica que lidera Google va en aumento y los servicios que ofrece de forma gratuita le permiten evitar las sanciones por comportamientos monopolistas a la vez que capta a más usuarios. Crear la dependencia de sus servicios asegura su futuro como portal privilegiado de la red: «la primera dosis es gratis«.
Mi conclusión: Google es bueno hoy pero siempre que queden alternativas suficientemente importantes como para hacer frente a este gigante. Quizás la fusión de Microsoft con Yahoo sea una buena noticia pero me preocupa ciertamente la cantidad de personas que día tras día comprometen su identidad, comunicación e incluso servicios de empresa en utilidades gratuitas de Google.